Por Pedro Alvarez G.
Hasta hoy no podía escribir nada sobre Michael y su repentina partida, tengo que confesar que aún esperaba que dijeran que todo era mentira, que fue una confusión, una falsa alarma o simplemente una broma. Pero no, es verdad, el rey del pop ha muerto; tal como pusimos en nuestra página “Murió el Rey, nació la Leyenda”.
Cuando escuché la noticia por primera vez, no la creí por supuesto, pensé que era una muerte falsa más, sumada a las de Fred Durst (Limp Bizkit), Eminem, Michael J. Fox, Juan Antonio Labra, etc. Cuando me la confirmaron me quede en silencio, enseguida me acordé de mi niñez, la chaqueta roja, las loncheras con la imagen de Michael, el guante blanco, la fila gigantesca en las afueras del cine Tarapacá para entrar a ver Moonwalker (gracias viejo por la paciencia), la idea de que podíamos igualar sus pasos de baile con mis primos y un largo etc. Los videos musicales, uff los videos musicales, los mejores que he visto en mi vida, los únicos que uno esperaba para comentarlos; ver que efectos, que pasos de baile o que artistas conocidos salían (desde Hulk hasta Eddie Murphy, pasando por Macaulay Culkin y más). Al ver famosos en los videos siempre pensé que hacían filas para aparecer en ellos. Michael revolucionó la industria del espectáculo con sus videos musicales y sus actuaciones en vivo, de eso no hay dudas (leer “recuerdo de una caminata lunar”).
Como Michael nunca hablaba con la prensa (fuck the press, Michael is the best), jamás le interesó defenderse de nada de lo que se decía de él (las cirugías, que había comprado el cuerpo del hombre elefante, etc.) asi que dejaba que la gente hablara y especulara sobre su vida. Al igual que muchos fans en el mundo, nunca le hice caso a las acusaciones de pedofilia, me parecen muy dudosas ya que justo aparecieron en el tiempo que Michael empezó a hacer más críticas a los poderes establecidos, citando a JFK para defender los derechos civiles, dejando al descubierto que los dueños de la industria de la música eran unos negreros y presionando a los gobiernos del primer mundo a combatir la pobreza. Acusarlo de pedófilo era la única forma y la más fácil de matar su imagen pública; si hubiesen dicho que era, gay, terrorista, alcohólico, drogadicto o que les pegaba a las mujeres a nadie le hubiese importado. De que estaba loco, lo estaba, pero era comprensible porque nadie podría lidiar con tanta idolatría (la persona más reconocida en el planeta), además se decía que parecía extraterrestre, y lo era, recuerden la caminata lunar.
Con la muerte de Michael una parte de mi se va también, la capacidad de asombro con la industria del entretenimiento, ningún otro artista será jamás capaz de crear tantas expectativas referente a lo que hará, me refiero a gran escala.
El legado de Michael es innegable y quedará por siempre, una parte de la música muere también con él, el trono quedó vacío. Su marca fue demasiado grande en todo sentido, como lo hace un verdadero icono pop. Desde el mundo del entretenimiento; la música, el baile, los videos, etc. Hasta el legado humano y social, es el artista que más ha donado dineros a caridad en la historia. Inclusive tuvo un impensado impacto popular en nuestro país, en la forma de hablar, como por ejemplo cuando uno dice “esta de thriller” al referirse a que algo esta genial o cuando se dice “de Maikel” al querer decir por supuesto o seguro. También en las manifestaciones artísticas, o me van a decir que no fue desde el estreno mundial de They don`t care about us que salieron batucadas por todos lados.
Me quedo con la idea de que el niño de Indiana que cantaba María no se ha ido, que sigue aquí, en el corazón y mente de los millones de fans en todo el mundo, esos que siempre esperábamos que nos sorprendiera con cada movimiento, con cada canción.
Michael … We want you back