Cada vez que un cronista o columnista adicto al buen rock, escribe sobre una banda o tokata, usa palabras como guitarras de fuego, almas rockeras sedientas de buena música, el lugar se llenó de electricidad cósmica rockera, y cosas por el estilo. La mayoría lo hace para plasmar de forma escrita su sentir a la hora de presenciar a un grupo de músicos y gente en el público, completamente compenetrados, sintiendo lo mismo, sintiendo que cada acorde de guitarra viaja por sus venas y cada retumbar de la batería acelera el bit de su corazón.
En el marco de un encuentro anual de adictos a las motocicletas Harley Davidson, se realizó una tokata, en el camping Alto Los Verdes, en la Caleta Los Verdes, al sur de Iquique. Todas esas palabras que usan los cronistas, si bien ayudan mucho, no son suficientes para definir lo que ahí se sintió.
Con sólo decir que desde la carretera se sentía el sonido de las guitarras eléctricas y las baterías, basta; pero vale rescatar también que la energía que se respiraba en el lugar, sí, se respiraba, era demasiado fuerte; hubo Heavy Metal, rock melódico, rock en español, a cargo de bandas como Voltage, Oscuro Diamante, Locomotora y Nefando, entre otras; todo tenía un solo propósito, encender con guitarras de fuego, esas almas rockeras sedientas de buena música, en un lugar lleno de electricidad cósmica.
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