Durante una tarde que venía acompañada de un café, llegaron a mis oídos unas anécdotas dignas de toda vergüenza ajena, como solemos decir, los casos en cuestión fueron un chiste, unas tallas como me dijeron, pero que no me dieron risa, sino preocupación.
Durante un turno de trabajo en un Hospital X, de una ciudad X (trabajaremos con el anonimato por lo vergonzosa de las circunstancias), el teléfono del laboratorio suena insistentemente, el personal a cargo responde y del otro lado de la línea una Srta. con calidad universitaria de Enfermera, profesión que admiro y valoro por el alto grado de vocación que se debe tener, la enfermera en cuestión solicita hablar con el tecnólogo médico de turno, éste responde su llamada y la enfermera le solicita que por favor se apure en la entrega de un examen de orina que ella personalmente había ordenado practicar, ya que necesita descartar rápidamente si el paciente padece de leucemia … silencio absoluto en el laboratorio, luego risa generalizada y a carcajadas…..el tecnólogo mira hacia atrás y reproduce la conversación a sus colegas, quienes no pueden creer tal nivel de equivocación por no decir ignorancia de la facultativa. Pues bien querido lector, es perdonable tal error para personas que no han pasado por una carrera del área de la biología, pero creo que muchos sin siquiera haber estudiado algo relacionado con el área, podrán saber por lógica que si existe una enfermedad llamada leucemia y esta afecta a la sangre, es obvio que esta última se detecte por un examen a la sangre y no a la orina como se solicitó, o como dice un comercial de tv o es muy tonto lo que estoy diciendo.
Otra anécdota de las varias que escuché esa tarde, me preocupó más que la anterior por ser casi causal de una muerte, otra enfermera llama al laboratorio bastante molesta con el tecnólogo y cuestiona su trabajo, preguntando por qué los 3 últimos exámenes de sangre de su paciente siguen arrojando que su sangre no coagula, siendo que desde la entrega del primer examen ella ha administrado un anticoagulante al paciente, el tecnólogo no podía dar crédito a lo que estaba escuchando. Señor lector haga este simple ejercicio, lea bien, si su sangre no está coagulando, es obvio que no se le ocurrirá administrar un anticoagulante, porque lo que se busca es lo contrario, combatir el problema, no agravarlo, el paciente estuvo a horas de morir, pero gracias a Dios se pudo mejorar su estado, una inyección más de este anticoagulante y ya no se estaría contando esto en una columna como anécdota. Anécdotas que van quedando entre los pasillos y que no son sabidas nunca por los afectados.
Podríamos analizar estos chistes de diferentes ángulos, culpar a la ya tan vilipendiada educación, o juzgar al actual sistema de salud, pero la verdad queridos amigos es que las problemáticas son el resumen de un todo, estos ejemplos son sólo síntomas de una problemática mayor que nos sirven única y exclusivamente para ejemplificar un problema o simplemente para llenar de anécdotas una tarde de café.
Los comentarios están cerrados.