Foto: Patricio González
Estuvieron en Iquique por una actividad municipal, pero no por eso obviaron la contingencia. Villa Cariño te hace bailar y habla de borracheras, pero también de la instalación de termoeléctricas, de la violencia que sufren los niños de las comunidades mapuche y la importancia de conversar para evitar peleas. Su vocalista, Max Vivar, recalca que lo importante es que no nos hagamos los lesos con la realidad que vemos día a día.
Max Vivar tiene 29 años, lleva un bigote a lo Freddy Mercury y un aro cuelga de su oreja izquierda. Es el vocalista de Villa Cariño y sobre el escenario no aparenta su edad, se ve mucho más joven mientras canta, baila, se divierte y divierte al público.
Al bajarse del escenario, decenas de adolescentes se le acercan para pedirle una foto o algún video dedicado a amigas que se perdieron el show. Después de eso, responde preguntas de un periodista.
¿Cómo fue esta presentación en Iquique?
Fue una revancha para nosotros, porque la primera vez que vinimos fue por la Gira Teletón y tuvimos un desperfecto técnico y aparte que todavía somos una banda emergente y en ese momento éramos muy desconocidos, entonces fue una experiencia no muy buena para nosotros y hoy fue bacán, porque habían jóvenes, había gente mayor, niños y fue muy bonito tocar y compartir con la gente de Iquique.
En su presentación tocaron varios temas contingentes, desde las votaciones municipales hasta la causa del pueblo mapuche. ¿Cuál es su posición respecto al uso de los escenarios para transmitir esos mensajes?
Nosotros nunca queremos faltarle el respeto a nadie con las cosas que decimos, no es la idea ni la intención, pero siempre nuestra manera de ser es que no hay que hacerse el leso con las cosas que pasan. Hay que estar con los pies en la tierra y saber las cosas que pasan, por eso extendemos una opinión de las cosas que todos sabemos que están ocurriendo y se hace con respeto y la gente lo toma bien y a la que no le parece también tiene el derecho a expresarse.
¿Cuál mensaje tienen respecto al voto en las elecciones municipales? Porque también tocaron el tema.
Más que un llamado a votar, fue un llamado a que no se pelee la gente que no quiere votar con la que sí quiere votar, porque han estado muy de moda las campañas que dicen yo voto y campañas que dicen yo no presto el voto, entonces el llamado es decir que los que no quieren votar, no voten, y los que quieren, que lo hagan de forma consciente, ya sea que escojan un candidato, anulen o voten en blanco. No podemos estar peleando por esas cosas, porque cada uno tiene el derecho de ejercer su derecho como prefiera.
Hablaron de la causa mapuche y el conocimiento a partir de una presentación en esa zona. ¿Cómo ha sido su experiencia desde ser músico y sus relaciones con “el Chile que no es Santiago”?
Ha sido para nosotros central en nuestra carrera poder ir conociendo gente y tener la posibilidad de viajar, porque uno podría ser un músico que entretiene a la gente y yo respeto mucho eso, músicos que hacen música para entretener, entretener y entretener, es fantástico, todos somos felices, bailamos y saltamos, pero también está la posibilidad de ser un músico que escucha a la gente.
Hay mucha gente en Iquique o en Purén, en el sur (Región de la Araucanía), que se nos acerca, porque nos ve en la tele y en su desesperación encuentran que podemos hacer algo, pero nosotros no podemos hacer más que mencionar las cosas y de eso se trata, de no hacerse el leso, no hacerse el tonto y en ese sentido claro que sí ha sido enriquecedor conocer más lugares.
Nos gustaría hacer mucho más y conocer mucho más. De a poco se dan las posibilidades y esperamos crecer en eso.
Ya dos veces dijiste lo de hacerse el leso, cómo ves tú a la gente que se hace la lesa, tanto las autoridades como la persona común que trabaja y puede ser insensible, o en general todos, que de una forma u otra terminamos haciéndonos los lesos y asumiendo cierta indiferencia frente a cosas que vemos…
Eso nos puede pasar a todos y creo que en este mundo que vivimos y en este momento que estamos pasando uno no puede hacer oídos sordos a cosas que pasan.
Yo tengo Facebook, tú tienes Facebook, todos tenemos Facebook y todos los días en Facebook vemos fotos de niños mapuches maltratados, fotos de termoeléctricas que se instalan y que la gente no está de acuerdo y eso no es armar problemas al hablar sobre esos temas.
Eso es poner temas sobre la mesa y las cosas hay que hablarlas, por eso el gran científico Humberto Maturana dice que la cosa no es pelear, es conversar, y el arte de la conversación parte cuando estoy dispuesto a escucharte a ti antes que a atacarte y si todos aprendiéramos eso no nos haríamos los lesos, conversaríamos las cosas y quizás podríamos vivir en un mundo mejor, podríamos solucionar las cosas de otra manera.