Hasta febrero en el Centro Cultural La Moneda podrás encontrar la exposición Grandes Modernos – Arte del Siglo XX, de la colección de Peggy Guggenheim. La gracia de la muestra es que exhibe obras de genios como Dalí, Picasso, Pollock, Kandinsky, Braque, Mondrian y varios otros. Después de asistir sólo puedo decir, es un honor conocerlos.
Para quienes disfrutamos de la pintura y en general de las artes, el conocer obras maestras se limita, al menos entre los que residimos en ciudades periféricas de países tercermundistas, a ver imágenes replicadas en Internet, libros, películas o la televisión. Por lo mismo, estar a pocos centímetros de distancia de una pintura original de Pollock o Dalí es, por lo bajo, un gusto con sabor a privilegio.
Pensar que a la distancia a la que estuve fue la misma en la que los autores se paraban a apreciar su trabajo cuando aún estaba en desarrollo fue una cosa de locos, porque si bien Dalí no estuvo parado bajo La Moneda en Santiago, seguro que sí estuvo en una posición similar mirando su obra en exposición.
Es un honor conocerlos, pero también cabe decir que la exposición se anuncia con bombos y platillos y uno asiste cual si fuese una fiesta, pero al llegar te das cuenta que Dalí está presente, pero distante, como si no compartiera con los asistentes o se dejara querer sólo un poco. Esto, por la pequeñez de la obra que se muestra.
Al contrario, al ir a ver a Pollock uno se encuentra con el Pollock que espera ver, con varias piezas en exhibición y no sólo una como en el caso de Salvador.
Con Picasso pasa algo similar que con Dalí, sólo una pintura que es más bien un estudio y una pieza que es un dibujo. De Mondrian, lo mismo, no estaban los cuadros simples que uno esperaba ver.
También, es una fiesta en la que puedes conocer y quedar maravillado con nombres que puedes desconocer, como me tocó con Max Ernst, que ubicaba más de nombre que de obra. Su pintura La Toilette de la mariée (El atuendo de la novia) fue la joya con la que me quedo y a la que una imagen de Internet no le hace justicia.
¿Y en Iquique?
La reflexión que me sigue rondando es la completa seguridad que en Iquique tendrá que pasar mucho tiempo para llegar a ver muestras de este tipo, ya que si bien la sala de arte de Collahuasi funciona como el principal recinto de exhibiciones de pinturas de la ciudad, su programación dista mucho de actividades de este tipo.
No sería malo que alguna empresa se pusiera con algo de este calibre. En concreto, Grandes Modernos está auspiciada por Barrick (otra minera) y se acoge a la ley de donaciones culturales.
Y para los perdidos, no estaría mal que buscaran a Peggy Guggenheim en Google.