En una Sala Master llena y con un público de diversas edades, se realizó el pasado 27 de abril el lanzamiento de Árbol, la nueva producción del cantautor Luis Faúndez junto a su banda La Chilena Traición.

El disco que fue estrenado primeramente en febrero en su natal Arica, aprehende los sonidos de esa raíz folclórica y los trae hasta la capital, lugar al que Luis llegó en 2009 y que escogió con el fin de revelar la música de ese norte apartado.

Canciones como Ella, Desde ayer, Silueta y Arica fueron sólo algunas de las que llevaron por múltiples emociones a quienes presenciaron el nacimiento de Árbol, que de manera independiente busca escalar y conseguir que la gente conozca y observe más allá de Santiago, más allá de las creaciones centralizadas.

¿Tus sensaciones tras este lanzamiento Luis?

Emocionante… queríamos un escenario que no fuera ni de abajo para arriba ni de arriba para abajo, compartir tan cerca con el público era mi primera meta.

¿Cómo nace «Árbol» y cuánto demoró el proceso?

El disco demoró cuatro años en concretarse en general. Pero tomó dos meses armarlo con ensayos y todo. En diciembre ensayamos mucho, en enero grabamos y en febrero salió a la luz en Arica.

¿Cómo se realiza el trabajo con tus amigos de La Chilena Traición?

El trabajo nace de la amistad y todos tienen opinión y eligen lo que desean hacer en la banda, cada uno hace los arreglos que creen mejor y que cuadran con las canciones.

Llegaste a Santiago el 2009, pero hoy la industria musical ha cambiado ¿Te sientes beneficiado por el movimiento de la música chilena? ¿Hay más difusión y escenarios para presentarse?

Los escenarios están, pero son las gestiones las que siempre chocan con las ganas de tocar. Por ejemplo en mi caso, mi disco está, pero ninguna empresa quiso realizar el copiado de estos. Siempre hay un “pero”.

Respecto a este nuevo movimiento, no sé si la escena está conformada, pero existe, porque va saliendo un Chinoy, un Manuel García, un Nano Stern y otros más nuevos que abordan la misma temática, pero no es tan fácil como parece. De miles, quizás sólo uno va a seguir ese camino.

Pese a ello ¿Te sientes parte del movimiento?

Es que estamos metidos. El hecho de que viva acá significa que hay una intención enfocada en el desarrollo de mi música y de querer que esto funcione. Más allá de la estabilidad económica, también hay una estabilidad emocional.

¿Cuándo te diste cuenta que te querías dedicar a la música profesionalmente?

De muy niño, porque en mi casa siempre hubo guitarra, siempre hubo canciones, dibujos, pinturas y formas de recreación artísticas. La música llegó sin querer a mí. Me acuerdo que desde chico estaba percutiendo cosas, con mi hermana jugábamos a la banda, entonces siempre estuvo la intención.

Cuando estaba en el colegio y se abrieron las academias de música instrumental, empecé a tomar con seriedad el asunto, y me di cuenta que le dedicaba más tiempo a la música de lo que yo pensaba. Llegó un punto en que dije “Esto es”.

Veo mucho de Arica en tu disco y las raíces folclóricas están presentes ¿Te atreverías con otros sonidos o te quieres quedar con este género?

Me gustaría mantenerme así e investigar un poco más, me gustan los ritmos como el huayno, entonces me gustaría indagar más en eso y que se conociera más. Si nace hacer otra música, bienvenido sea. Yo hace diez años hacía algo muy distinto a lo que hago ahora, tocaba teclado y mi viejo me decía: “Vas a terminar tocando guitarra de palo” y aquí estoy.

¿Qué planes tiene Luis Faúndez y La Chilena Traición para este 2013?

La idea es lanzar este disco en las radios y poder presentarlo de forma bien profesional como el show de hoy que hicimos con harto cariño. Queremos seguir viajando, grabar video clips de los singles que vayan saliendo. También nos interesa que se abra una puerta para el músico que con tanto esfuerzo se viene para acá. Levantar la música de Arica, representarla, apoyarla.

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