Suena Independiente es un proyecto discográfico que se constituye en plena pandemia, pero que sin embargo, viene engendrando desde el 2015. Su objetivo es poner a disposición de los músicos independientes las herramientas para producir y armar sus propias canciones con resultados profesionales. Esto, coincidentemente con un tiempo donde lo digital y trabajar en casa parece ser la vía más acertada para llevar la creación artística a la gente.
“Esta propuesta surge de la necesidad de los artistas que desconocen mucho de los procesos. De las herramientas que están disponibles para poder avanzar en una carrera musical. El objetivo es entregar conocimiento, para después cooperar en la creación de música, y que los artistas puedan producir sus canciones”, explica su fundador, Johann Dasse.
Una forma de trabajo que en marzo de 2020, comenzó a pasar del concepto, de que los artistas conozcan las herramientas y las usen para impulsar su carreras musicales, a Suena Independiente que ya trabaja con esa idea, y con los músicos que forman parte de un primer catálogo como Sello:
Con Álvaro Berrios, que estuvo trabajando con Sol y Lluvia, con la participación de Tito Dávila (Andrés Calamaro, Jorge Drexler) desde Madrid en la co-producción. Billy Norton, con una interesante propuesta que tiene de invitado a Pancho Molina (ex baterista de Los Tres) y Mauricio Melo, guitarrista en Santos Dumont y Emociones Clandestinas. También, Rodolfo Sanhueza, que comenzó como alumno y terminó siendo parte del catálogo. La Martínez de Rozas, fundada por Italo Polizzi, bajista de la banda nacional Adolescentes Sin edad, propone un concepto lírico punk, en un contexto pop con estética ochentera. Representan el éxito de Suena Independiente, con más de 8 mil reproducciones en vitrinas digitales, en más de 10 países. Por último está Juan Bravo, que viene de una carrera de los ’80 como cantante solista, con éxitos a nivel nacional, para luego dedicarse al teatro y la televisión.
Suena Independiente, es más bien una asociación, generando el nexo entre diferentes artistas que puedan elaborar en conjunto una estrategia y trabajar para que una marca que los representa, sea visible.
“Que puedan ordenar sus procesos para poder conseguir lo que quieren. Nuestra orientación no es tirar singles de moda, sino que la concreción de la música. De generar el espacio y herramientas para aquellos que durante mucho tiempo no han tenido acceso, hoy lo tengan y puedan hacer su música que es lo más importante”, agrega Johann.
Así, con la convicción de que las bandas independientes tienen muy pocas oportunidades, -y a propósito de la pandemia-, el Sello abre la posibilidad para que los músicos tomen lo digital en serio; como una necesidad. Por eso, la fuerza actual de los streaming como vitrina para la música, marca unas de las posibilidades que ofrece el trabajo discográfico: armar una carrera e impulsarla a nivel internacional.
En la búsqueda de algo diferente, “Suena Independiente, propone un cambio de mentalidad, de visión sobre cómo hacer música. Eso es un cambio cultural, el impacto en el arte tiene que ver con poder rescatar proyectos que no estén buscando -necesariamente- ser súper hits. Lo que queremos es que los músicos busquen desarrollar sus grupos de seguidores, una sustentabilidad para su proyecto y que logre hacer cada vez mejor lo que hacen; entendiéndolo como un proceso”.
Para cerrar este año, el sello está realizando un lanzamiento simbólico que busca visibilizar su trabajo, y para 2021, el desafío de un segundo catálogo que a través de un concurso-convocatoria, buscará encontrar a tres artistas para difundir.
“Lo que se ofrece es un programa de formación, que va a consistir en seis sesiones. Tres de ellas grupales para las tres bandas, y tres de ellas individuales para cada banda. Este proceso culmina con la producción de un single para estos tres artistas y todo el apoyo que podamos darle en visibilidad y herramientas para que su música suene a nivel competitivo. Mezcla, mastering y edición, corren por cuenta del sello. Lo interesante que será 100% online, por lo que pueden participar bandas de cualquier lugar de Chile”.
Y como no hay mal, que por bien no venga, los nuevos contextos han traído también la oportunidad única de enfrentar las dificultades con nuevas formas de hacer música, como un buen momento para aprender a usar las herramientas actuales, hacer buenas canciones y lanzarse en búsqueda del público que busca los sonidos.
