7 Semanas es la octava película de la carrera de Cine de la Universidad del Desarrollo y la ópera prima de Constanza Figari, ganadora de FEMCINE con su corto Eugenia. La producción está a cargo de Valentina Roblero Arellano.
Inspirada en hechos reales, cuenta la historia de Camila, una joven estudiante de danza, que queda embarazada de su novio Simón. La noticia se esparce vertiginosamente, ilusionando a todos con la llegada de un bebé, pero Camila no está segura de ser madre, por lo que deberá enfrentarse a una compleja decisión.
Con esta trama contingente y relevante, la cinta llegará a cines del país el próximo 8 de diciembre para despertar una discusión en torno al tema del aborto.
“Nos dimos cuenta de una serie de falencias que tenemos como sociedad”
La directora Constanza Figari cuenta que “la idea surge a partir de un caso cercano, una mujer que nunca pensó que podría abortar y que se enfrenta a un test de embarazo positivo, entonces nace en ella un profundo rechazo a la idea de ser madre, viéndose enfrentada a una disyuntiva moral enorme, sin el apoyo de una sociedad que sólo la culpa, tanto del embarazo, como de sus dudas y, finalmente, de su decisión de abortar. Nos dimos cuenta de una serie de falencias que tenemos como sociedad chilena, partiendo por la falta de empatía que existe hacia la mujer, a quien hoy se le impone la maternidad.Sentimos la necesidad de realizar una obra cinematográfica que pudiera poner sobre la mesa muchas preguntas, como por ejemplo si es o no válida la opción de abortar por el hecho de no querer ser madre, siempre con un espíritu que se desligara de las imposiciones y los juicios, para plasmar algo real que nos permitiera entrar en la piel de un ser humano que se ve enfrentado, probablemente, a la decisión más difícil de su vida”.
Para llegar al guión se realizó un arduo proceso de investigación. “Estuvo marcado por testimonios de mujeres jóvenes que se habían realizado un aborto, todas pertenecientes a una misma clase social media”,cuenta la realizadora. “Al conocer sus historias pudimos adentrarnos en lo complejo que es tomar la decisión de abortar, no sólo por la ilegalidad de esta opción, sino también porque existe una sociedad que criminaliza y castiga abiertamente a las mujeres que han abortado. Desde ese lugar, estas mujeres se sintieron profundamente solas y tuvieron mucho miedo en el momento de tomar la decisión. No todas tuvieron el apoyo de sus parejas ni su familia, y varias tuvieron que cargar con eso durante un tiempo. Teniendo en cuenta estos antecedentes respecto a la sociedad chilena de hoy, comprendimos que debíamos tener mucho cuidado al crear a nuestra protagonista. Necesitábamos que la historia pudiera llegar a un público difícil y diverso, donde hay chilenos y chilenas que aún no se han cuestionado estas cosas, o que definitivamente están en contra. Y así comenzó una construcción de un personaje femenino complejo y real, que continuó tomando forma durante todo el rodaje. Ahí existió un constante diálogo en torno a las temáticas que toca la película, como lo son el amor, la familia, la maternidad, la mujer. Esto generó un ambiente genuino donde los personajes fueron tomando cada vez más fuerza y vida”.
Figari agrega: “la película hace un llamado a que nos miremos a nosotros mismos como sociedad y reflexionemos sobre cómo actuamos, en este caso, frente a la maternidad y la mujer, planteando una situación que existe y es real, sin imponer posturas. A partir de eso, creemos que nuestra película puede aportar a que exista un diálogo que se aleje de los prejuicios y estereotipos que han prevalecido en la escasa discusión que ha habido en torno a este tipo de aborto, el aborto mayoritario que ocurre en Chile, que se sale de las tres causales discutidas hoy en el Congreso. Esperamos que se abran nuevos espacios para que se hable en torno a este tema, no sólo a nivel estatal, sino también familiar, y que se cuestionen conceptos como “pro-vida” o “pro-aborto”. Que se discuta sobre la paternidad y su rol en este tipo de decisiones y que se hable sobre lo difícil que puede llegar a ser madre en nuestra sociedad actual. Esperamos también que se trate el aborto con la importancia de que es algo que en Chile está ocurriendo a diario, pero que hoy tiene que ver con una condición económica y no una situación de derecho. Esperamos profundamente que la película aporte a que exista un diálogo más sano y empático entorno a un tema urgente que ya es tiempo de tratar como tal”.
Valentina Roblero: “La función del cine es instalar temas, preguntas y discusiones”
La productora Valentina Roblero valora el diálogo que generará la película: “Con el público lo más interesante ha sido el interés por conversar sobre el aborto. Incluso en Valdivia, donde muchas veces los conversatorios son en torno a la realización y a la producción misma, en este caso fue expresamente sobre el aborto. Esto nos habla sobre la necesidad que hay de hablar de este tema, el interés sobre plantear puntos de vista, e incluso de contar experiencias propias, lo que nos pone muy contentas. Creo que la conversación que se genera en torno a la película, es la que se debe dar a nivel país sobre esta temática. La función del cine es instalar temas, preguntas y discusiones”.
Roblero agrega: “Nos parece valioso poder estrenar en salas comerciales porque nuestra película se convierte en un evento que invita al público general a vivir la experiencia. Nos parece que esta es un película necesaria para el momento que vivimos como sociedad, un momento donde necesitamos conversar sobre muchos temas para normalizar situaciones, ser capaces de ver a un otro sin juzgarlo, estar dispuestos a conocer sus historias, y vivir de manera más empática. Creo que la película aporta a ello y es una responsabilidad que tomamos”.
